El microchip es un dispositivo que se aplica debajo de la piel de la mascota. Este dispositivo tiene como fin otorgarle un número único e irrepetible a su mascota; así como nosotros tenemos un número único para cada persona (número de cédula).
El microchip no tiene un GPS, ni tiene otra información, solo un número único. Una vez puesto el microchip, se procede a registrarlo en una página web (cada país tiene una diferente) y es ahí donde podemos almacenar toda la información que creamos importante, como puede ser nombre de la mascota, nombre de propietarios, números de teléfono, etc.
Si una mascota se pierde, por ejemplo, el veterinario puede usar un lector de microchip para averiguar el número de identificación único del paciente y adquirir la información de contacto del propietario en el sistema donde esté registrada la mascota.